martes, 19 de junio de 2018

GUERRA A LAS FRITURAS

En TERKOR, como especialistas en catering para colectividades, apostamos por un modo de vida saludable basado en determinados conceptos. Uno de ellos es seguir una dieta sana basada en la Mediterránea; además de –por supuesto- orientarnos a unas pautas de ejercicio físico que nos ayuden a estar en forma no ya sólo por el mero hecho de lucir vientre plano sino también por estar más sanos.


Uno de los ingredientes clave en la dieta Mediterránea es el aceite de oliva, alimento que se incorpora de manera cruda como aliño a ensaladas o sobre un crujiente pan con tomate, por ejemplo. Desde TERKOR recomendamos siempre que sea posibe el empleo de aceite de oliva virgen extra.
Entre las características y cualidades del aceite de oliva hay que destacar el beneficio cardiovascular de su ingesta: los ácidos grasos presentes en el aceite de oliva virgen, especialmente el ácido oleico, contribuyen a reducir los niveles de colesterol LDL (malo) a la par que incrementa el nivel de colesterol HDL (el bueno), incrementando la vasodilatación arterial, mejorando la circulación sanguínea y disminuyendo la presión arterial.
Si existen 3 males del siglo XXI y que se regulan, en buena medida, con una alimentación sana son la obesidad, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
Si anteriormente hemos hablado de los beneficios del consumo del aceite de oliva, también debemos alertar de determinadas prácticas culinarias que nos llevarán sin remedio a las anteriores 3 enfermedades propias del siglo XXI.

fritura colesterol


Frituras: enemigo público Nº1
Si queremos tener un corazón sano, tensión arterial normal y no caer en la obesidad deberemos evitar a toda costa los fritos. Pero, ¿por qué son tan “malos”?
Partiendo de la premisa que el aceite de oliva es bueno ingerido crudo, cuando lo calentamos a altas temperaturas estamos modificando sus características; el aceite vegetal se transforma en otra forma de grasas (saturadas) que son las que ayudan a formar el colesterol y ubicarse en las arterias; allanando el camino para sufrir una enfermedad cardiáca.
Habrá notado que al calentar aceite huele (obviamente) a quemado….Este olor característico se debe a que ha sido modificada su propiedad, pasando a contener sustancias tóxicas para el organismo.
De igual modo, en TERKOR no recomendamos emplear un aceite usado para freir más de dos veces; por varios motivos: el aceite almacena pequeños restos de alimentos así como toxinas que favorece que se vuelva rancio más fácilmente.
En paralelo, una comida frita implica una digestión más pesada que si se hace cocida, hervida o cruda.
Para quienes se preguntan por qué engorda la fritura…un aceite vegetal frito aumenta la aportación calórica del alimento. Los alimentos fritos absorben el aceite en gran cantidad mientras que sólo una pequeña cucharada aporta 45 calorías.

¿Podríamos prescindir de la fritura en nuestra dieta? La respuesta es sí, pero en el medio está la virtud. En TERKOR recomendamos no hacer comidas fritas más de 2 veces a la semana. Una manera de efectuar “frituras saludables” sería con recipientes profundos o emplear sartenes con tapa donde los alimentos queden completamente sumergidos en el aceite y nunca estén en contacto con el aire.
Respecto a la temperatura idónea para hacer una fritura estimamos que ni muy bajo el fuego ni muy alto. Con una temperatura media. Para comprobar si el aceite está en “ese punto”, pongamos un pequeño trozo de pan. Si aparecen burbujas, está en su punto.

En Terkor recordamos la importancia de una buena salud bucodental; animamos a que los colegios recomienden a sus alumnos que se queden a comedor que se limpien los dientes después de cada comida. Además, a partir de cierta edad es conveniente realizar enjuagues bucales con flúor.

Si quiere recibir más información sobre dietas especiales y menús para alérgicos, contacte con nosotros aquí.

www.terkor.es
Tel: 650 971 404

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